Reseña Histórica – Liceo María Auxiliadora de Linares

La apertura de esta casa fue pedida insistentemente por Monseñor León Prado

Monseñor Miguel León Prado

Primer Obispo de Linares, desde 25-04-1926 al 03-03-1934

Monseñor León Prado, el gran bienhechor de las hijas de María Auxiliadora en Chile. El sabía que dos damas ya ancianas, Juanita y Jesuina del Campo, deseaban esta fundación en su ciudad y que estaban dispuestas a ayudar en lo que fuera necesario. Con el aporte de ellas y de otras personas benéficas, se procedió a la compra y restauración de una casa.

El 27 de junio de 1915 llegaban las futuras moradoras de Linares: Sor Giacomina Canobbio, Sor Mercedes Santis y Sor Julia Patri, acompañada por la Rvda. Inspectora, Madre Claudina Rezzonico, además que, que por el infatigable Monseñor León Prado.

La recepción fue apoteósica: casi dos mil personas las esperaban en la estación, encabezadas por las autoridades eclesiásticas. Las hermanas fueron conducidas en triunfo hacia la parroquia.

Allí el párroco, don Alberto Rodríguez, leyó el decreto de aprobación del obispo para la apertura de la nueva casa. Monseñor León Prado estaba tan feliz, que subió al púlpito y hablo con vehemencia de Don Bosco, de sus obras y de las obras de las H.M.A. Siguió el canto del Te Deum, l bendición con el Stmo., y la distribución de imágenes recordatorias. Después de esto, las hermanas fueron conducidas a su casa.

Durante el primer año las alumnas fueron 23, las del taller 12, y 30 recibían lecciones particulares.

El 30 de mayo se abría el Oratorio con 90 niñas, a las que el comité de damas chilenas ofrecía todos los domingos una pequeña merienda de pan y fruta.

En 1919, el propio Monseñor León Prado monetariamente para reparar y embellecer el patio.

El 12 de octubre de 1920, siempre con ayuda de Mons. León Prado, se firmaba la escritura de la compra de una casita vecina al colegio. Esta adquisición se solicitó como gracia especial a Don Bosco, quien, desde el cielo, soluciono todos los problemas.

!!Grande fue la alegría de las hermanas y niñas cuando seis años más tarde, el 26 de abril de 1926, se dirigieron a la estación para recibir junto con toda la ciudad, al querido Padre, esta vez como propio Pastor, pues había sido elegido Obispo de Linares!! Por supuesto que al día siguiente recibieron su querida visita.

El quien contribuyo a levantar y restaurar la parte del colegio que destruyo el terremoto de 1928.

El 3 de marzo, la directora de la casa, acompañada de una hermana, visitaba al querido obispo, que no se encontraba muy bien de salud. Regresaron felices, porque lo encontraron mucho mejor. Pero su alegría se cambio en amargo llanto cuando, a las 21 y 45 del mismo día, las campanas doblaron tristemente por al muerte imprevista del incomparable padre y bienhechor de la Congregación en chile.

Hasta 1951, el colegio tuvo las clases elementales y tres años de humanidades. En 1954 se completó el segundo ciclo de humanidades.

Fuente: Pagina Web FMA Chile